Antes de que se convirtiera en uno de los mejores pintores del mundo, Frida Kahlo fue una chica de espíritu libre con una brillante imaginación que no permitía que nada la detuviera. Sobrevivió a la poliomielitis infantil. Sin dejarse intimidar por las críticas de los demás, logró encontrar belleza en todas partes. Mientras se recuperaba de un terrible accidente de autobús, empezó a pintar y tomó como tema lo que mejor conocía: a sí misma. Sobre sus lienzos retrató su tierra natal mexicana, sus mascotas y hasta su dolor. Hoy en día sigue siendo admirada por la exquisita honestidad de su trabajo y por no haber tenido miedo de hacer las cosas de otra manera. Este libro ilustrado forma parte de una serie de biografías que se encuentran entre los libros infantiles mejor vendidos del The New York Times. Su contenido ofrece a los niños un modelo a seguir para soñar en grande. Cuando lo lean querrán tener todos los títulos de “Gente como tú que cambió el mundo”.