Las mejores cosas de la vida empiezan con un sueño. Y es que, desde niño, Willy Wonka había imaginado poder crear su propio chocolate y compartirlo con el mundo entero. Cuando era joven, llegó a las famosísimas Galerías Gourmet, dispuesto a cambiarlo todo con cada uno de los bocados de sus deliciosos dulces. Pero un trío de chocolateros envidiosos lo engañó y lo condenó a trabajar de por vida en una lavandería. Con algo de suerte y muchísima magia, además de la ayuda de sus amigos, consiguió cumplir su sueño. Porque, cuando eres Willy Wonka, todo es posible.
Las mejores cosas de la vida empiezan con un sueño. Y es que, desde niño, Willy Wonka había imaginado poder crear su propio chocolate y compartirlo con el mundo entero. Cuando era joven, llegó a las famosísimas Galerías Gourmet, dispuesto a cambiarlo todo con cada uno de los bocados de sus deliciosos dulces. Pero un trío de chocolateros envidiosos lo engañó y lo condenó a trabajar de por vida en una lavandería. Con algo de suerte y muchísima magia, además de la ayuda de sus amigos, consiguió cumplir su sueño. Porque, cuando eres Willy Wonka, todo es posible.