Si hay un tema de permanente vigencia a lo largo del recorrido de la humanidad es el desarraigo. Y más en este siglo XXI, donde vemos que la migración provoca grandes titulares a diario, porque los muros pretenden delimitar fronteras, o las barreras de control buscan cerrar el paso a foráneos.
Leyles Rubio León, a partir de su condición de escritor y del conocimiento sobre este fenómeno, nos narra vivencias de hombres y mujeres de su país —que podrían ser de cualquier otro país—, quienes salen en busca de mejores horizontes.
Con el ojo avizor, el oído desarrollado, el tacto perspicaz del buen narrador trata de aprehender y soltar, como guiños, evaluaciones y escaneos del mundo, de la globalidad, las causas y consecuencias que nos han tocado vivir.
Es así como gotean en los cuentos de este libro, historias de migrantes que han decidido quedarse, se acoplan a la nueva cultura, se camuflan, aspiran a parecerse «al otro», y en lugar de soñar con viejos amigos, hacen otros. Los personajes son capaces de dejar el pellejo en el intento de comprobarse que el salto valió la pena, allá en la tierra prometida que vende Estados Unidos.