El exilio es a la vez fatalidad y enriquecimiento. Su trágica imposición puede traer consigo aportaciones inconmensurables tanto para el exiliado como para el pais que lo acoge. Al ser Mexico por excelencia el pais de los desterrados sobre todo durante el siglo XX, cuando numerosas personas cambiaron sus roperos y sus rutinas por un par de maletas y un destino incierto, ha recogido las historias, los recuerdos y las tradiciones escondidas en aquellas valijas. Al escritor, ya de suyo exiliado, esta imposición lo vuelve personaje ejemplar, testigo del vuelco.
El exilio es a la vez fatalidad y enriquecimiento. Su trágica imposición puede traer consigo aportaciones inconmensurables tanto para el exiliado como para el pais que lo acoge. Al ser Mexico por excelencia el pais de los desterrados sobre todo durante el siglo XX, cuando numerosas personas cambiaron sus roperos y sus rutinas por un par de maletas y un destino incierto, ha recogido las historias, los recuerdos y las tradiciones escondidas en aquellas valijas. Al escritor, ya de suyo exiliado, esta imposición lo vuelve personaje ejemplar, testigo del vuelco.