Este poemario es una jaula abierta desde adentro que deja entrever la obsesión del autor con los pájaros y su simbología; el plumaje queer del que está hecho cada poema puede ser canto al amor homoerótico, a los cuerpos vulnerables o a las influencias literarias del universo LGBTQ+ del que se nutre John Better. Textos como “Poema Beta” o “Casa Crimen” son fácilmente identificables como futuros himnos transgresores de la diversidad en Colombia. La ilustración de portada fue realizada por el artista transgénero Andru Suárez y la obra está bellamente prologada por la poeta y gestora cultural María Matilde Rodríguez.