«Antes de entrar en el automóvil miró por encima del hombro para
estar segura de que nadie la acechaba. Eran las siete y cinco de la
noche en Bogotá. Había oscurecido una hora antes, el Parque Na
cional estaba mal iluminado y los árboles sin hojas tenían un perfil
fantasmal contra el cielo turbio y triste, pero no había a la vista nada
que temer.»
Noticia de un secuestro devolvió la pluma de Gabriel García Márquez
al periodismo, donde ha obtenido también reconocimiento unánime,
y al terreno de la controversia política de actualidad. Los secuestros
en 1990 de Maruja Pachón y otros periodistas y colaboradores a
manos del cártel comandado por el legendario narcotraficante Pablo
Escobar, contados aquí por todos los involucrados, constituyeron la
más grave crisis nacional en un país ya convulsionado por la vio
lencia de la guerrilla. El talento para narrar esta ordalía ha vuelto
imperecederas estas páginas.
«Antes de entrar en el automóvil miró por encima del hombro para
estar segura de que nadie la acechaba. Eran las siete y cinco de la
noche en Bogotá. Había oscurecido una hora antes, el Parque Na
cional estaba mal iluminado y los árboles sin hojas tenían un perfil
fantasmal contra el cielo turbio y triste, pero no había a la vista nada
que temer.»
Noticia de un secuestro devolvió la pluma de Gabriel García Márquez
al periodismo, donde ha obtenido también reconocimiento unánime,
y al terreno de la controversia política de actualidad. Los secuestros
en 1990 de Maruja Pachón y otros periodistas y colaboradores a
manos del cártel comandado por el legendario narcotraficante Pablo
Escobar, contados aquí por todos los involucrados, constituyeron la
más grave crisis nacional en un país ya convulsionado por la vio
lencia de la guerrilla. El talento para narrar esta ordalía ha vuelto
imperecederas estas páginas.