En Atenas, ciudad en la que reside Rodrigo Rey Rosa, Teodora Jaramillo, una turista guatemalteca, reconoce a su compatriota y le presenta a su acompañante, Rupert Ranke, un escritor suizo hasta entonces desconocido que llevará al autor de Severina y El material humano a su piso de la capital griega para incitarlo a editar Manuscrito hallado en la calle Sócrates, una historia fascinante de intriga y amor construida con un complejo juego de espejos. En Manuscrito hallado en la calle Sócrates el protagonista -el propio Ranke-, historiador de la cultura clásica y guía turístico, no tarda en quedar cautivado por el encanto de la bella Teodora, de viaje por Grecia con su marido, y su melancólica obsesión por El pequeño refugiado, una escultura de mármol que ha visto en el Museo Arqueológico de Atenas y que es el vivo retrato de su hijo, desaparecido misteriosamente a los cuatro años. Así comienza lo que ya ha sido descrito como «un bello relato que mezcla una fábula y una historia de amor».