Reflexionar sobre la identidad propia es sin duda la más filosófica de las preguntas que nos podemos formular. Los cuestionamientos ¿quién soy? y ¿para qué soy? que inauguran todo examen sobre el hombre en general no son un asunto menor y deben encararse con un alto grado de honestidad intelectual.
Reflexionar sobre la identidad propia es sin duda la más filosófica de las preguntas que nos podemos formular. Los cuestionamientos ¿quién soy? y ¿para qué soy? que inauguran todo examen sobre el hombre en general no son un asunto menor y deben encararse con un alto grado de honestidad intelectual.