Conocer a un familiar nuevo puede ser bastante intrigante y nadie lo sabe mejor que Juana Petrego. El domingo a la hora del té visitaría por primera vez a la tía Tina. Todo parecía indicar que sería una tarde agradable en familia. Sin embargo, el entusiasmo de Juana se transformó en sospecha ni bien se abrió la puerta y una mujer delgada, de manos huesudas y nariz respingada le dio la bienvenida. Un escalofrío le corrió por la espalda y la convenció de que algo extraño escondía. ¿Qué secreto guardaba su tía abuela?
Conocer a un familiar nuevo puede ser bastante intrigante y nadie lo sabe mejor que Juana Petrego. El domingo a la hora del té visitaría por primera vez a la tía Tina. Todo parecía indicar que sería una tarde agradable en familia. Sin embargo, el entusiasmo de Juana se transformó en sospecha ni bien se abrió la puerta y una mujer delgada, de manos huesudas y nariz respingada le dio la bienvenida. Un escalofrío le corrió por la espalda y la convenció de que algo extraño escondía. ¿Qué secreto guardaba su tía abuela?