«Laiseca, aun después de muerto, libra dos batallas simultáneas. Sigue pidiendo ser querido como lo quisieron tantos de quienes lo conocieron o lo leyeron. Pero, sobre todo exige que lo dejen estar solo, que lo lean sin capturarlo para operaciones chanchinitas del Norte que nada tienen que ver con él». Quintín, La Agenda «Laiseca sigue vivo». Ámbito Financiero «Laiseca fue y sigue siendo un autor de culto [...] las personas que se aventuren a leerlo (y Hybris es una buena nueva invitación a hacerlo) se encontrarán con una obra altamente original, pero no desvinculada de lo mejor de la tradición literaria». Celeste Aichino, El diletante «Delirante e impúdico. Marginal y fantasioso. Guarro y jocoso. Es complejo definir en el idioma castellano lo que se encuentra en Hybris, aunque lo seguro es que nadie puede salir indiferente de su lectura». Fernando Brovelli, Indie Hoy «En estas obras, el límite entre el narrador y el escritor a menudo se difumina e incluso desaparece por momentos. Este borramiento de roles permite al lector adentrarse en la mente creativa de Laiseca y conocer, de primera mano, tanto su proceso de escritura como su forma de pensar. [...] Un paseo de extremo a extremo por el mundo delirante de Laiseca, un itinerario por todas las incorrecciones políticas en contraste con aquellos que en los últimos tiempos intentan corregir y "adecuar" al signo de época la escritura de Roal Dahl o de James Bond, entre muchos otros». Carlos Aletto, Telam «Una soberbia dosis de Laiseca para reencontrarse o para viajar por primera vez por un universo literario desmedido. [...] Hybris compone un triángulo de verdades laisequeanas». Demian Orosz, La Voz «A poco más de siete años de su muerte, este autor vuelve a los anaqueles de las librerías con una nueva publicación. [...] Muchos creen que Laiseca escribía terror. [...] algo de lo sombrío y lo macabro se cuela en su literatura y este libro desembarca como una más que interesante puerta de entrada». Pablo Díaz Marenghi, Clarín «Las novelas reunidas en Hybris le dan forma a un libro extrañísimo [...] que tiene la inconmensurable virtud de regresar al autor de Los Sorias a este plano de las cosas». Martín Betancor, la diaria «Si Sindicalia es su primera novela y La puerta del viento la novela que le debía a su juventud, Camilo Aldao es el esfuerzo supremo por no entregar el Territorio Lai a las tropas de la muerte. Y las tres novelas reunidas son la hybris de Laiseca: su desmesura. Como dice en La puerta del viento: "Solo cumplíamos las órdenes del exceso». Selva Almada Infidelidad, traición, sexo, masoquismo, libros, guerra, violencia, anticomunismo, fascismo, soledad, desamor. En clave esotérica y delirante, detonan la clásica división binaria: aquí realidad/allí ficción; ¿cuerdo o loco de atar?, la escritura o la vida... Intacta, su demasía encuentra en este volumen con inéditos una de las tantas formas posibles. Discípulos del mítico taller del Maestro, Selva Almada y Sebastián Pandolfelli rescataron -entre un desquicio de papeles, anotaciones sueltas y un proverbial anecdotario- no solo estos originales. También el ánimo para reinterpretar ese fenómeno astrológico y paranormal llamado Alberto Laiseca, que altera todavía hoy los aparejos críticos y amenaza esa ilusión llamada Literatura argentina.
«Laiseca, aun después de muerto, libra dos batallas simultáneas. Sigue pidiendo ser querido como lo quisieron tantos de quienes lo conocieron o lo leyeron. Pero, sobre todo exige que lo dejen estar solo, que lo lean sin capturarlo para operaciones chanchinitas del Norte que nada tienen que ver con él». Quintín, La Agenda «Laiseca sigue vivo». Ámbito Financiero «Laiseca fue y sigue siendo un autor de culto [...] las personas que se aventuren a leerlo (y Hybris es una buena nueva invitación a hacerlo) se encontrarán con una obra altamente original, pero no desvinculada de lo mejor de la tradición literaria». Celeste Aichino, El diletante «Delirante e impúdico. Marginal y fantasioso. Guarro y jocoso. Es complejo definir en el idioma castellano lo que se encuentra en Hybris, aunque lo seguro es que nadie puede salir indiferente de su lectura». Fernando Brovelli, Indie Hoy «En estas obras, el límite entre el narrador y el escritor a menudo se difumina e incluso desaparece por momentos. Este borramiento de roles permite al lector adentrarse en la mente creativa de Laiseca y conocer, de primera mano, tanto su proceso de escritura como su forma de pensar. [...] Un paseo de extremo a extremo por el mundo delirante de Laiseca, un itinerario por todas las incorrecciones políticas en contraste con aquellos que en los últimos tiempos intentan corregir y "adecuar" al signo de época la escritura de Roal Dahl o de James Bond, entre muchos otros». Carlos Aletto, Telam «Una soberbia dosis de Laiseca para reencontrarse o para viajar por primera vez por un universo literario desmedido. [...] Hybris compone un triángulo de verdades laisequeanas». Demian Orosz, La Voz «A poco más de siete años de su muerte, este autor vuelve a los anaqueles de las librerías con una nueva publicación. [...] Muchos creen que Laiseca escribía terror. [...] algo de lo sombrío y lo macabro se cuela en su literatura y este libro desembarca como una más que interesante puerta de entrada». Pablo Díaz Marenghi, Clarín «Las novelas reunidas en Hybris le dan forma a un libro extrañísimo [...] que tiene la inconmensurable virtud de regresar al autor de Los Sorias a este plano de las cosas». Martín Betancor, la diaria «Si Sindicalia es su primera novela y La puerta del viento la novela que le debía a su juventud, Camilo Aldao es el esfuerzo supremo por no entregar el Territorio Lai a las tropas de la muerte. Y las tres novelas reunidas son la hybris de Laiseca: su desmesura. Como dice en La puerta del viento: "Solo cumplíamos las órdenes del exceso». Selva Almada Infidelidad, traición, sexo, masoquismo, libros, guerra, violencia, anticomunismo, fascismo, soledad, desamor. En clave esotérica y delirante, detonan la clásica división binaria: aquí realidad/allí ficción; ¿cuerdo o loco de atar?, la escritura o la vida... Intacta, su demasía encuentra en este volumen con inéditos una de las tantas formas posibles. Discípulos del mítico taller del Maestro, Selva Almada y Sebastián Pandolfelli rescataron -entre un desquicio de papeles, anotaciones sueltas y un proverbial anecdotario- no solo estos originales. También el ánimo para reinterpretar ese fenómeno astrológico y paranormal llamado Alberto Laiseca, que altera todavía hoy los aparejos críticos y amenaza esa ilusión llamada Literatura argentina.