Toda la semana, tooodo el mes, toooooodo el año, Groppopol le había rogado a su mamá que le dejara tener una mascota. Pero su mamá siempre le contestaba lo mismo: ¡NO! Groppopol estaba triste y furioso. ¡UFA! ¿Por qué su mamá tenía que ser tan así? Al final se le ocurrió ir a la cueva de su abuelo. Él siempre encontraba una solución para todo. Y esta vez, la idea de su abuelo fue... clan, clan, clap... ¡maravillosa!
Toda la semana, tooodo el mes, toooooodo el año, Groppopol le había rogado a su mamá que le dejara tener una mascota. Pero su mamá siempre le contestaba lo mismo: ¡NO! Groppopol estaba triste y furioso. ¡UFA! ¿Por qué su mamá tenía que ser tan así? Al final se le ocurrió ir a la cueva de su abuelo. Él siempre encontraba una solución para todo. Y esta vez, la idea de su abuelo fue... clan, clan, clap... ¡maravillosa!