Nos pasamos buscando el significado de la vida cuando la vida es lo que nos pasa mientras lo buscamos. Toda la prisa de encontrarlo está apoyada en el miedo de conocer: ¿Cuál es mi destino? ¿Cuál es el plan que debo seguir para llegar a buen puerto? ¿Izquierda o derecha? ¿Creo o no creo? En fin, buscando el plan perfecto.

Esto de centrarnos en el final es casi tan ilógico como preguntar: ¿Qué vamos a cenar? Cuando el "avioncito" del almuerzo en nuestra boca recién acaba de aterrizar. Tan ilógico como visitar el mar y nos disfrutar de la arena antes de entrar. La vida son todos esos granitos bailando en las plantas de los pies, antes de nosotros exhalar una última vez.