Este libro tiene como objetivo el hacer un llamado a la descripción de los hábitos culturales de la sociedad globalizada, no en señalar sus errores, ni mucho menos validar quién hace bien en el uso o no de su perfil virtual; es impulsar la lectura del enfoque social, el que marca tendencia al unísono como sociedad virtual, el que según nuestra perspectiva establece más contrariedades que aportes.
Es sobre las sociedades ególatras vistas desde la vida primitiva de las redes sociales. La vida narcisista que comienza a hacerse en el ciberespacio de una existencia virtual que puede ser cosmetizada, la construcción de una identidad que se muestra idealizada para quien publica y objeto de admiración para una audiencia de aduladores. Una falsa conciencia de la sociedad de hoy, condicionada por los algoritmos, la moda, los influenciadores, el mandatorio esquema del éxito y el relativo valor de la felicidad, por la necesidad de representar lo que el mundo de la comunicación global quiere hacer en realidad.
Veremos cómo el imperio de Narciso ha tomado un espacio político en la corrupción para dominar y consagrar faraones, reyes o cortes de divinos que se sumergen en las mieles del placer, la ostentación sin méritos y la vanagloria del cinismo.
Este ensayo, más que una crítica social, busca originar una pausa para enfocarnos en que no debemos ir por el camino del valor de la suntuosa finalidad, que materializa al ser humano, sino por el proyecto del ser que se humaniza.