saltar al contenido
Saltar a la información del producto
Descripción

«Princesa, esto no es una carta para vos (¿qué te puedo decir que ya no te haya dicho, de bueno y de malo?), sino que, como otras veces, utilizo tu imagen de interlocutor privilegiado para desarrollar mi monólogo de búsqueda, buscando precisamente que tu imagen me ayude a no salirme demasiado de la razón». Entre 1987 y 1989, mientras Mario Levrero vivía en Buenos Aires, trabajando en revistas de crucigramas para conseguir el dinero suficiente que le permitiera comprar lo que más anhelaba: tiempo para dedicarse a escribir, inició un romance con Alicia Hoppe, quien había sido la mujer de un viejo amigo y, más tarde, su médica personal, que lo acompañó durante años en sus devenires psicosomáticos. En ese momento, ella residía en Colonia, y estas cartas son testimonio del inicio y crecimiento de ese amor adulto y, también, registro literario de las obsesiones, temores e ilusiones de un singular escritor, con un poder de observación y análisis extraordinario. Este libro inédito existe gracias a la cuidada edición de Ignacio Echevarría y a la generosidad de Alicia, quien, como en aquellos años, una vez más despertó el alma rezagada del escritor, que a veces se perdía en sus propios laberintos La crítica dijo: «Levrero es el reverso corriente de Kafka, una sombra manoseada de Camus en clave cómica». Babelia, El País «Mario Levrero es para las letras latinoamericanas el gran descubrimiento de este siglo». Revista Ñ, Clarín «Se podría arriesgar que el nombre de Levrero compone hoy, junto al de Fogwill y al de Roberto Bolaño, una suerte de canon involuntario latinoamericano de comienzos de siglo». Maximiliano Tomas «Su lectura nos introduce en una experiencia del orden de lo irreversible, salimos y encontramos otra realidad, por el simple hecho de que algo en nosotros ha cambiado, de que nuestra mirada ya no es la misma». Germán Beloso, Arcadia «Todos somos hijos suyos». Álvaro Enrique «El hombre que jamás murió». Germán Beloso, Arcadia «Cartas... es la placa psíquica de un vueltero (no olvidemos que su oficio involucraba crucigramas y juegos de ingenio), un teatro mental que va rotando escenarios: oníricos, fantasiosos, neuróticos y supersticiosos. Como siempre, Levrero se pone interesante a medida que avanza; la suya es una técnica envolvente, que apuesta al mediano plazo.» Matías Serra Bradford, Revista Ñ «La lucidez del escritor es tan visceral que altera cualquier naturaleza privada de las epístolas: el lector, sea quien sea, deviene princesa cautiva de estos textos.» Javier Mattio, La Voz del Interior

Cartas A La Princesa

Precio regular $23.95

VV9789877693133

Descripción

«Princesa, esto no es una carta para vos (¿qué te puedo decir que ya no te haya dicho, de bueno y de malo?), sino que, como otras veces, utilizo tu imagen de interlocutor privilegiado para desarrollar mi monólogo de búsqueda, buscando precisamente que tu imagen me ayude a no salirme demasiado de la razón». Entre 1987 y 1989, mientras Mario Levrero vivía en Buenos Aires, trabajando en revistas de crucigramas para conseguir el dinero suficiente que le permitiera comprar lo que más anhelaba: tiempo para dedicarse a escribir, inició un romance con Alicia Hoppe, quien había sido la mujer de un viejo amigo y, más tarde, su médica personal, que lo acompañó durante años en sus devenires psicosomáticos. En ese momento, ella residía en Colonia, y estas cartas son testimonio del inicio y crecimiento de ese amor adulto y, también, registro literario de las obsesiones, temores e ilusiones de un singular escritor, con un poder de observación y análisis extraordinario. Este libro inédito existe gracias a la cuidada edición de Ignacio Echevarría y a la generosidad de Alicia, quien, como en aquellos años, una vez más despertó el alma rezagada del escritor, que a veces se perdía en sus propios laberintos La crítica dijo: «Levrero es el reverso corriente de Kafka, una sombra manoseada de Camus en clave cómica». Babelia, El País «Mario Levrero es para las letras latinoamericanas el gran descubrimiento de este siglo». Revista Ñ, Clarín «Se podría arriesgar que el nombre de Levrero compone hoy, junto al de Fogwill y al de Roberto Bolaño, una suerte de canon involuntario latinoamericano de comienzos de siglo». Maximiliano Tomas «Su lectura nos introduce en una experiencia del orden de lo irreversible, salimos y encontramos otra realidad, por el simple hecho de que algo en nosotros ha cambiado, de que nuestra mirada ya no es la misma». Germán Beloso, Arcadia «Todos somos hijos suyos». Álvaro Enrique «El hombre que jamás murió». Germán Beloso, Arcadia «Cartas... es la placa psíquica de un vueltero (no olvidemos que su oficio involucraba crucigramas y juegos de ingenio), un teatro mental que va rotando escenarios: oníricos, fantasiosos, neuróticos y supersticiosos. Como siempre, Levrero se pone interesante a medida que avanza; la suya es una técnica envolvente, que apuesta al mediano plazo.» Matías Serra Bradford, Revista Ñ «La lucidez del escritor es tan visceral que altera cualquier naturaleza privada de las epístolas: el lector, sea quien sea, deviene princesa cautiva de estos textos.» Javier Mattio, La Voz del Interior

Customer Reviews

Be the first to write a review
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
Drawer Title
productos similares