Dinamitando desde la base el realismo mágico, pero nutriendose, en cierto sentido, de su absoluta libertad fabuladora, la escritora dominicana Rita Indiana construye en esta prodigiosa novela, que supera los logros de su libro anterior, Papi (Periferica, 2011), un edificio narrativo gobernado por una entrañable adolescente (que, desde las primeras páginas, se vuelve fundamental en nuestra vida de lectores) y habitado por una familia tan peculiar como, aunque suene a contradicción, y ya entenderán por que, «corriente ». Mientras los padres de la protagonista dejan el Caribe para visitar la Exposición Universal de Sevilla de 1992, ella se emplea en la clinica veterinaria de sus tios Fin y Celia, dos personajes dibujados con una precisión y un humor unicos, marca de la autora. Historias rocambolescas, animales sin nombre, hijos ilegitimos, haitianos maltratados, amantes de otro tiempoà y tambien de este. Y, por supuesto, como en todos los veranos a esa edad, el descubrimiento del sexo. O sea, Armenia, Radames, Vita, Guido, Cutty, Mandy, Uriel, Claudiaà Magia y estupor unas veces; misterio y deseo otras. Una doble vuelta de tuerca al tema del culebrón latinoamericano y al tema de la novela de iniciación. Una novela apabullante, escrita en estado de gracia.
Dinamitando desde la base el realismo mágico, pero nutriendose, en cierto sentido, de su absoluta libertad fabuladora, la escritora dominicana Rita Indiana construye en esta prodigiosa novela, que supera los logros de su libro anterior, Papi (Periferica, 2011), un edificio narrativo gobernado por una entrañable adolescente (que, desde las primeras páginas, se vuelve fundamental en nuestra vida de lectores) y habitado por una familia tan peculiar como, aunque suene a contradicción, y ya entenderán por que, «corriente ». Mientras los padres de la protagonista dejan el Caribe para visitar la Exposición Universal de Sevilla de 1992, ella se emplea en la clinica veterinaria de sus tios Fin y Celia, dos personajes dibujados con una precisión y un humor unicos, marca de la autora. Historias rocambolescas, animales sin nombre, hijos ilegitimos, haitianos maltratados, amantes de otro tiempoà y tambien de este. Y, por supuesto, como en todos los veranos a esa edad, el descubrimiento del sexo. O sea, Armenia, Radames, Vita, Guido, Cutty, Mandy, Uriel, Claudiaà Magia y estupor unas veces; misterio y deseo otras. Una doble vuelta de tuerca al tema del culebrón latinoamericano y al tema de la novela de iniciación. Una novela apabullante, escrita en estado de gracia.