Que sabroso es vivir en familia. Soy papá tiempo completo. Como diría un amigo mío: "Ser papá es mi oficio". Llego a casa al medio día y el pequeño Luis Felipe, de tres años, empieza ilusionado a gritar: "Papaaaaá!, papaaaaaá!". Y corre hacia mí para abrazarme con una hermosa sonrisa, saltando de alegría. Es una emoción que no se puede describir. Una sola palabra bastaría para explicar este encuentro: "Ternura"
Que sabroso es vivir en familia. Soy papá tiempo completo. Como diría un amigo mío: "Ser papá es mi oficio". Llego a casa al medio día y el pequeño Luis Felipe, de tres años, empieza ilusionado a gritar: "Papaaaaá!, papaaaaaá!". Y corre hacia mí para abrazarme con una hermosa sonrisa, saltando de alegría. Es una emoción que no se puede describir. Una sola palabra bastaría para explicar este encuentro: "Ternura"